
Alguna vez el mundo fue nuestro, tú me amabas y yo a ti, los sueños nos pertenecían, tomábamos cada día y lo hacíamos brillar. Dos amantes bajo un cielo estrellado, nos juramos muchas promesas de amor; la brisa era suave antes del alba, amabas poner tu cabeza sobre mi hombro mientras veíamos el amanecer.
Pero al salir el sol la brisa cambia y tú cambiaste tu forma de sentir, le quitaste el brillo a mis días y me dejaste en la profunda oscuridad. Qué clase de vida es si no estás a mi lado, cómo respirar con el pecho destrozado; el dolor no es suficiente para describir lo que siento, pero te amo, te amo hasta el fin.
Dicen que eres algo de lo que debería prescindir, nadie entiende que sin ti no sé vivir; eres mi océano y yo tus olas, me golpeas contra la orilla pero siempre volveré a ti. Escribo nuestros nombres en el cielo y en la arena, lucho contra la corriente pero este amor me encadena; el tiempo empieza a írsenos de las manos, dónde están las promesas que nos juramos.
Como una pequeña isla en medio de este inmenso mar, no distingo el final del horizonte; perdóname si me río mi dolor, viajamos demasiado lejos y solo me queda tu amor. Mi corazón late a tu voluntad, te amo sin precedentes y esa la única verdad; quizá es un gran error el que estoy cometiendo pero tus brazos logran salvarme justo cuando me estoy muriendo.
Dime que amas aunque sabemos que es mentira, abrázame fuertemente que estoy dispuesto a pagar el precio de este error, crea esa ilusión engañosa donde no existe el dolor. Bajo un cielo de amantes mientras el sol se oculta, voy a jurar que te amaré hasta el fin de los tiempos, ya antes me he equivocado cuando tengo razón, te seguiré amando con todas mis fuerzas aunque en el proceso pierda el corazón.
+Ed Huanca T